Hay muchos compuestos proteínicos que tienen el potencial de mejorar la funcionalidad cerebral, especialmente los que favorecen el crecimiento neuronal, la plasticidad sináptica, la producción de energía y la protección neuronal. Los nuevos enfoques biotecnológicos, como el desarrollo de proteínas artificiales, la activación selectiva de las redes neuronales mediante la optogenética y las modificaciones genéticas, abren interesantes oportunidades para mejorar la función cognitiva y proteger el cerebro de las enfermedades neurodegenerativas.

Un aumento selectivo de proteínas como el BDNF, el NGF y las enzimas antioxidantes podría mejorar significativamente la capacidad de aprendizaje, la memoria y la protección del cerebro. Las proteínas artificiales y las modificadas genéticamente también ofrecen la oportunidad de optimizar el cerebro de una forma que antes sólo era posible en teoría.