En la obra de Henri Corbin, filósofo francés, iranista e investigador de la mística, el corazón (qalb) desempeña un papel central. Su interpretación no se basa en su propia filosofía especulativa, sino en décadas de investigación sobre el misticismo islámico, en particular sobre la tradición chiíta-sufí persa. Sus principales fuentes son las obras de Suhrawardi (siglo XII)el fundador de la filosofía de la luz (Ishrāq), y Ibn ʿArabī (1165-1240)el gran místico sufí andalusí. Teósofos chiíes posteriores como Mullā Ṣadrā y Qāḍī Saʿīd Qummī caracterizar su punto de vista.
Corbin describe el corazón como el órgano que proporciona acceso al ʿālam al-mithāl el mundo imaginario Este término procede de la filosofía islámica, en particular de Suhrawardi, y se refiere a una realidad intermedia que no es ni puramente física ni puramente espiritual. Es ontológicamente realpero sólo puede experimentarse a través de una visión interior y purificada. Este mundo es el hogar de Seres angélicos, imágenes arquetípicas, figuras de luz y visiones espirituales.
Según Corbin, el corazón no es un mero centro emocional, sino un órgano espiritual de cogniciónque es capaz de recibir revelaciones divinas - las llamadas Teofanías. Estas teofanías son Dar forma a la luza través del cual lo divino se revela, se personaliza y aparece como interlocutor. El corazón no es pasivo: debe purificada, sensibilizada y despierta para poder percibir estas revelaciones.
En muchos textos sufíes, el corazón se describe como Espejo descritos. Ibn ʿArabī afirma que el corazón es el único órgano en el que pueden reflejarse los nombres divinos. Sin embargo, este espejo es susceptible al "óxido", es decir, a la ambigüedad espiritual, al enredo del ego y a las turbulencias emocionales. La práctica del sufismo consiste en transformar este espejo mediante la devoción (islām), la memoria (dhikr) y la visión contemplativa (mushāhada) hasta que el corazón vuelva a ser transparente para la luz divina.
Para Corbin, el corazón no es sólo un espejo, sino también un el lugar del amor divino. Este amor (maḥabba) no es emocional en el sentido moderno, sino una fuerza trascendente que Reconocer y ser reconocido entre el hombre y Dios en primer lugar. En esto sigue a Ibn ʿArabī, para quien el amor es "la razón de la creación del mundo". El corazón se convierte así en una cámara de resonancia en la que Amor, realización y luz encuentro.
Para Corbin, el corazón es el lugar místico donde se anula la separación entre sujeto y objeto, este mundo y el otro, lo visible y lo invisible. Lo es:
"El corazón es el órgano a través del cual el hombre recibe la realidad del mundo espiritual - y él mismo se convierte en un lugar donde esta realidad puede revelarse". - Henri Corbin
Esta visión del corazón no es un mero simbolismo, sino un espacio concreto de experiencia - y al mismo tiempo una llamada al entrenamiento interior, a la purificación del corazón para que pueda ser Morada de la presencia divina puede hacerse realidad.